Los baños son una de las estancias de la casa que no pueden presumir de contar con mucho espacio, por lo que si es nuestro caso, lo que debemos hacer es aprender a optimizar el espacio y a prescindir de aquellas cosas que no tengan una función definida o no se utilicen demasiado.
Por ejemplo, una de las cosas de las que se puede prescindir cuando se tiene un baño pequeño es la bañera, la cual puede ocupar hasta 1/3 del baño, con lo que estamos hablando de mucho espacio. En el lugar donde está la bañera se puede colocar un plato de ducha de diferentes tamaños y su correspondiente mampara, sobre todo si son de cristal y mucho mejor si son de corredera.
Los bidés también pueden ser otro objetos prescindibles e incluso el inodoro, el cual puede ser sustituido por un nuevo modelo en suspensión, reduciendo el espacio que suelen ocupar los tradicionales, con la cisterna en la parte de atrás.
Debemos prescindir de algo muy importante, del desorden y de una mala distribución, especialmente si el baño es pequeño, sin importar si es alargado o tiene planta cuadrada, la distribución de elementos debe ser realizada de manera inteligente, procurando dejar una pared libre para permitir la circulación y siempre aprovechando las alturas, no dejándolo todo a las zonas bajas.
Todos aquellos objetos decorativos que más que decorar estorben… deben tener los días contados, porque lo que buscamos es tener espacio en el baño y no un ambiente recargado en el que apenas nos podemos mover.
Lo importante es fijarse bien en todo lo que hay en el baño y considerar qué es lo que es prescindible y lo que no. Seguro que si te pones a ello acabarás liberando mucho más espacio del que puedas llegar a pensar.