La grifería para el baño es una parte muy importante a la hora de tener en cuenta cualquier cambio o reforma en este tipo de estancias. No sólo es un aspecto destacado a nivel estético, si no que su funcionalidad también es un punto muy importante que debemos valorar.
La grifería está presente en diferentes partes del bano: lavabo, ducha, bidé… Por ello, es importante que dediquemos un cierto tiempo a su elección, para lograr que el resultado sea lo más acertado posible.
Tipo de instalación
En primer lugar debemos considerar el tipo de instalación. Podemos optar por la instalación más habitual, que se trata de colocarlo sobre el saneamiento, además ésta es una de las opciones más sencillas que existen.
La otra opción, cada vez más de moda, es empotrar la grifería en la pared. En caso de que vayamos a realizar obra en nuestro cuarto de baño, es una muy buena alternativa, pero si tan sólo queremos dar un lavado de cara a nuestro baño, no es una opción a la que podamos recurrir, ya que para ello es necesario realizar obra.
Tipo de grifo
El segundo aspecto a tener en cuenta a la hora de elegir la grifería de nuestro bano, es el tipo de grifo en cuestión. Podemos optar por una alternativa más moderna, y una de las más demandadas en la actualidad, los grifos de tipo monomando. Estos grifos son fáciles de usar (se mueve la manilla de izquierda a derecha para regular la temperatura del agua) y tienen un acabado de estilo moderno.
La tercera opción es instalar un grifo de tipo bimando. Es un estilo más clásico, y supone la necesidad de regular la temperatura moviendo ambos mandos.
Tipo de color
Por último, el color del que pongamos la grifería también es un aspecto muy importante a la hora de tomar una decisión. Actualmente la alternativa que es tendencia son los grifos en tonos cromosatinados.