¿Cómo limpiar una bañera? Claves para dejarla reluciente

La banera es un elemento de gran importancia en un cuarto de bano. Se trata de un complemento que aporta elegancia y practicidad. Pero para poder lucirlas y utilizarlas es preciso conservarlas siempre en buen estado y mantenerlas brillantes.
Pero no temas. En The Bath no solo vendemos bañeras, sino que también te ayudamos en su mantenimiento, para que puedas lucir siempre un cuarto de baño perfecto.

Consejos para mantener tu bañera reluciente

Mantener una bañera limpia y sin restos de suciedad o manchas es sencillo si sabes cómo. Para ello, deberemos lavarla con agua al menos dos veces por semana. Este mantenimiento más o menos diario es fácil de realizar.

Además de retirar los cabellos enredados en el desagüe, limpiaremos de restos de jabón y suciedad en general la bañera con productos específicos para esta pieza del baño. Para ello, puedes utilizar cremas específicas para limpiar bañeras o limpiadores líquidos que no estropeen el brillo o el esmalte.

Deja que los productos de limpieza hagan su efecto. Una vez que haya pasado el tiempo estipulado por el fabricante, retira todos los productos con agua caliente y una esponja que no raye la superficie.

No obstante, hay muchas veces que con esta limpieza no es suficiente. Como es lógico, tras el uso muy continuo y una limpieza no tan en profundidad, pueden aparecer líneas secas de jabón e incluso manchas amarillentas que, para eliminarlas, requieren de un esfuerzo mayor en su limpieza.

¿De qué material está hecha mi banera?

Es una pregunta que deberás saber responder a la hora de limpiar tu bañera más en profundidad, dado que las técnicas de limpieza y los productos a utilizar son diferentes. Por lo general, las bañeras suelen estar hechas en mármol/porcelana, losa/cerámica y acrílica.

La bañera hecha en mármol o porcelana es fácil de limpiar en profundidad, dado que la mezcla de componentes para limpiarla se hace con productos que siempre tenemos en casa. Para esta mezcla necesitarás: 500 ml de agua caliente, media taza de vinagre, una taza de amoníaco y media de taza de bicarbonato. Mézclalo todo y con una esponja húmeda con esta solución frota la superficie.

Una vez que esté frotada con esta solución, enjuaga la bañera con agua caliente. En caso de que la suciedad persistiese después de aplicar y frotar con la solución, puedes realizar una mezcla específica para la suciedad incrustada: aguarrás y alcohol blanco. Después de aplicar, volvemos a enjuagarla y listo. ¡Va a quedar reluciente!

En cuanto a los diseños fabricados en losa o cerámica, el tratamiento es diferente. En este caso, para limpiar en profundidad la bañera, tan solo necesitarás un trapo humedecido en aceite de limón. Posteriormente, seca con un paño seco y sin aclarar. Y en el caso de suciedades difíciles de quitar, puedes recurrir a echar bicarbonato directamente sobre ellas y frotar fuertemente con un paño seco.

En último lugar, las bañeras hidromasaje y las acrílicas no deben limpiarse jamás productos de limpieza abrasivos, dado que desaparecería el brillo que les caracteriza. Para este tipo de modelos se venden productos de limpieza específicos, por lo que te recomendamos que eches un vistazo al mercado de productos químicos específicos para las bañeras acrílicas.

Trucos adicionales para limpiar tu bañera

Si tu bañera tiene muchos residuos provocados por la cal, mezcla en un bote con spray vinagre y agua a partes iguales. Pulveriza una esponja con la solución líquida que has preparado y repasa toda la superficie con ella. Posteriormente, enjuaga toda la bañera. También puedes aplicar este truco para lustrar los grifos y elementos cromados de este elemento.
Es posible que algunos diseños acrílicos, con el tiempo, lleguen a presentar arañazos. En este caso, deberás frotar con un abrillantador de metales y luego con un limpiador normal. Por supuesto, no debes utilizar ni un limpiador ni una esponja abrasiva, ya que volverías a rayar la superficie.

A partir de ahora, disfrutar de un momento de relax comprando la bañera de tus sueños va a ser más placentero que nunca. ¡No esperes más para vivir una experiencia zen sin salir de casa!